CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL Y SU IMPACTO A VENEZUELA
No hay duda de que Venezuela ante la actual crisis económica y financiera mundial se encuentra en mejores condiciones (relativamente) que muchos otros países del planeta, pero este problema de magnitud mundial a pesar de impactar en menor grado al país en lo relativo al gasto social, no pudo evitar la reducción presupuestaria en casi un 7 % (6,7% para ser más exacto) este año, aumentar el IVA en 3 puntos (de 9% a 12%) que se traduce en aumento de precios generalizados, salvo los bienes, productos y/o servicios exonerados. Además hubo la gran necesidad de endeudarse internamente de 12.900.000 bs. F a 34.000.000 bs. F a pesar de estar por debajo de la capacidad de endeudamiento del país (calculada en 80.000.000 bs. F según el BCV y el MPPPD). Para evitar este duro golpe a nuestro país debieron tomarse en cuenta algunas medidas o acciones desde hace varios años atrás, tales como eliminación de gastos suntuarios y superfluos, aprobación de la Ley de Emolumentos de los altos Funcionarios del Poder Público, fortalecimiento del poder moral o ciudadano y del sistema de justicia para luchar contra la corrupción arduamente y sin conciliación alguna.
Dentro de este orden de ideas, es menester señalar que era y es perentorio transformar la estructura del poder público nacional para disminuir el burocratismo, no sin antes fortalecer el aparato productivo y económico de la nación a través de la creación de empresas que fomenten el empleo y de esa manera trasladar ese personal a las industrias para no aumentar el desempleo.
Ahora bien, el papel aguanta todo y cabe expresar que nada de esto será y sería posible, sí no esta presente dentro de nosotros la espiritualidad, que sin lugar a duda nos conduce conjuntamente con la instrucción académica al logro de la revolución de la conciencia individual y la suma de estas a la revolución de la conciencia colectiva. De esta manera, concretaremos una real y verdadera transformación social y una ética revolucionaria o transformadora, mediante la cual no solo lograremos salir de esta crisis actual, sino que alcanzaremos la “Suprema Felicidad Social” que dejo en nuestras manos el Libertador para su patria grande.